[MANOS ÁSPERAS]

La minería, trabajo de perros, esfuerzo y lucha constante. Pero hay pan en la mesa, hay alimento para el hogar. “Tengo las manos ásperas pero hay pan en mi mesa” es el lema que identificaba a los curanilahuinos en la época minera. Ahora bien trabajan en forestales o en comercio, pero aún así, el lema los sigue identificando. 

Curanilahue, comuna minera en su esencia, ha sufrido diferentes cambios a lo largo del tiempo, siendo el más significativo el cierre de las mineras, provocando el desempleo y la desesperanza. Los vicios y la evasión era algo patente y al alcance de todos, sin embargo gran parte de los curanilahuinos decidieron luchar y salir adelante a cómo dé lugar.

El cuerpo de obra se distingue en 2 ámbitos, el retrato y el paisaje o fachadas. La piel dura y con arrugas, la mirada intensa, el humor espontáneo, el dolor y esfuerzo en sus expresiones. Las casas antiguas, con reparaciones momentáneas, la pintura descascarada son aspectos específicos de la identidad que busca rescatar el artista, por medio de la fotografía. 

A lo que invita la obra es a descubrir mediante la serie fotográfica la realidad de Curanilahue, una realidad basada en lo antiguo, en lo que tiene esencia curanilahuina. Busca evidenciar la identidad curanilahuina, invitando al espectador a conocer la historia de este territorio y de su gente.